Aunque no sepas mucho de mecánica, seguramente hayas oído hablar alguna vez de las válvulas EGR y por tanto, de sus comunes averías. Son piezas que llevan todos los coches con motores de combustión y suelen ser sinónimo de problemas. 

Esta válvula comenzó a usarse en Estados Unidos en los años 60, pero no fue hasta 1996 cuando empezó a ser obligatoria en Europa. En el post de hoy, te contaremos qué es la válvula EGR y cómo mantenerla para alargar su vida útil lo máximo posible. ¡Sigue leyendo!

¿Qué es y cómo funciona la válvula EGR?


La válvula EGR (Exhaust Gas Recirculation o Recirculación de Gases de Escape), es un elemento anticontaminación que sirve para reducir las emisiones de óxido de nitrógeno, bien sea en motores diésel o gasolina. Esta pieza tiene como función principal reconducir parte de los gases que salen del escape, es decir, meter el humo de la combustión del motor en los cilindros.

La clave de esta reducción de emisiones se debe a la bajada de temperatura en la cámara de combustión al reconducir los gases hacia esta, lo que mejora la disminución de óxidos de nitrógeno. 
Se acciona de dos formas según su naturaleza. Podría ser por un sistema de vacío o por un actuador eléctrico. Estas últimas son las más frecuentes gracias a su efectividad, ya que controlan mejor el grado de apertura de la válvula.

El objetivo de la válvula EGR, ubicada entre el colector de admisión y el de escape, es puramente ecológico. Esto lo consigue reutilizando los restos de combustible que no ardieron bien en el ciclo anterior.

¿Qué tipos de válvulas EGR existen?


Aunque el funcionamiento de este componente anticontaminación es prácticamente el mismo, las diferencias más importantes tienen que ver con el funcionamiento del motor. A diferencia de los motores diésel, que absorben todo el aire que sea posible, los motores de gasolina tienen una mariposa en el sistema de admisión que regula la cantidad de aire que entra en el motor a medida que se presiona el acelerador. Podemos encontrar distintos tipos de válvulas según las características que presentan. Estos son:

  • Válvula EGR eléctrica: se trata de las válvulas más caras, pero también las más modernas y seguras y dependen de factores como la temperatura o velocidad del coche. No funcionan con bombas de vacío, sino por medio de sistemas similares a las bombas electrónicas. Si se estropea, se iluminará un testigo en el cuadro de instrumentos.

  • Válvulas EGR neumáticas o mecánicas: se trata de las primeras válvulas que se comenzaron a montar en los motores. Están formadas por un muelle, que abre y cierra la válvula cuando recibe la presión necesaria de la electroválvula que, controlada electrónicamente, accionará un sistema de depresión o vacío. Algunos modelos tienen potenciómetros o captadores de temperatura para mejorar el control. Otros, la válvula electrónica y la EGR acopladas como una sola pieza, el llamado convertidor EGR. 

¿Y la válvula EGR refrigerada?


Aunque pueda parecer lo contrario, no se trata de otro tipo de válvula. En este caso, es un sistema para añadir a estas que nos permite reducir la temperatura de los gases de escape. 


Este tipo de ERG incluye un radiador que se encarga de refrigerar los gases de combustión y facilitar que circulen un mayor número de gases. Cuando el termostato se encuentra cerrado, este radiador se alimenta del líquido refrigerante, disminuyendo aún más la temperatura.

Así, conseguimos evitar la acumulación de carbonilla y prevenir posibles fallos eléctricos que puedan surgir, generando menos óxido de nitrógeno.

¿Qué averías puede tener la válvula EGR?


En caso de fallo de la válvula, es importante que la repares cuanto antes. Si no lo haces, no solo contaminarás más, sino que también gastarás más combustible y provocarás una gran avería en el motor de tu vehículo.

Cuando se acumula demasiada carbonilla en la EGR, esta puede quedarse atascada o dejar de abrirse o cerrarse completamente. Esto provocaría una pérdida de potencia, dificultad de arranque del motor y una emisión de gases mucho mayor. Si la válvula EGR no se cierra, no cumplirá su función. Sin embargo, el coche nos avisará de que existe algún fallo mediante el testigo de avería, limitando la potencia, la velocidad, etc. 
 
Las válvulas EGR accionadas por vacío, como comentamos anteriormente, también pueden fallar si no se crea la depresión necesaria para accionarla. Igualmente, las válvulas EGR eléctricas pueden presentar fallos internos en su funcionamiento. 

Recuerda que es más común que este componente se averíe en los vehículos diésel, que generan más carbonilla, la cual se va adhiriendo a las paredes de la EGR y a los colectores de admisión. Por tanto, si tu coche es uno de ellos, mantén una correcta limpieza y mantenimiento.

¿Cuánto cuesta sustituir la válvula EGR?


Sustituir una válvula EGR por una nueva no es barato y dependerá en todo caso del tipo de válvula de tu coche y de la marca de este. El cambio de esta pieza puede oscilar entre los 50 y los 300 euros, pero conducir con ella averiada puede desencadenar un problema mucho mayor, al atascar otros componentes y, por tanto, más costoso. 
En los modelos más nuevos y con mejor tecnología, sustituir esta válvula podrá incluso alcanzar los 2.000 euros

Consejos para el mantenimiento de la válvula EGR


La válvula EGR es una de las piezas más importantes de nuestro coche para que podamos conducir y contaminar lo menos posible. Por eso, es aconsejable mantenerla correctamente. Ahora que ya conoces las averías de la válvula EGR, sabrás que la mejor forma de alargar su vida útil, es proporcionarle los cuidados necesarios. Algo tan simple como llevar a cabo una revisión rutinaria del coche (incluyendo esta pieza), ayudará a prevenir muchos problemas. 

Conducir a bajas revoluciones no favorece la expulsión de las partículas más grandes, lo que provoca una obstrucción de la propia válvula. Por ello, te aconsejamos que subas las revoluciones de tu coche en marchas cortas para soltar la carbonilla y mejorar el rendimiento del vehículo. Además, descarbonizar el motor es una buena forma de eliminar la carbonilla de los conductos de admisión. Esta práctica, recomendada cada 20.000 kilómetros en motores diésel y 50.000 en gasolina, no es muy cara y nos ayudará a evitar la obstrucción del motor y los elementos que lo componen. Con esto, también mejorarán las prestaciones de nuestro vehículo, reduciendo el consumo y recuperando su potencia original.
 
Un punto clave para prevenir los fallos de la válvula es usar aceites de calidad. Resulta importante tener en cuenta que es la combustión de aceite quien produce una gran cantidad de carbonilla. Por tanto, cuanto peor sea el aceite, mayor será la carbonilla generada.

Estos consejos te ayudarán a mantener en buenas condiciones la válvula EGR y además, te permitirán pasar la
ITV sin ningún problema ¡Ponlos en marcha!

¿Es bueno anular la válvula EGR?


Gran parte de los usuarios que anulan la válvula EGR lo hacen para aumentar la potencia de la combustión y el rendimiento del motor. Aunque esta acción puede traer ventajas como evitar la acumulación de residuos o un consumo menor, lo cierto es que también tiene sus inconvenientes

Para empezar, deberás realizar limpiezas y revisiones de forma constante y obligatoria. Además, también tendrás la obligación de carburar la entrada de aire al sistema y, por si fuera poco, no pasarás la ITV por superar los niveles de emisiones homologados. 

Ahora que ya tienes las herramientas para el buen mantenimiento de la válvula EGR ¡No las desaproveches! Tener a punto tu coche, está en tus manos.