Los vehículos de hoy en día están equipados con una gran cantidad de dispositivos y herramientas que nos facilitan la conducción. Sin embargo, hay algo que nunca puede faltar: las luces. 

Los diferentes tipos de luces que nos encontramos en el coche nos permiten, además de tener una buena visibilidad en la carretera, poder avisar al resto de conductores de nuestra presencia. Estos elementos resultan esenciales para la seguridad, por eso, en este post te contaremos cuáles son y el uso de cada una de ellas, para que puedas viajar tranquilo y sin ningún tipo de dudas.

¿Cuáles son las luces del coche?


Conocer qué luces tiene un coche resulta totalmente indispensable para poder conducir. También es importante si, por ejemplo, te estás sacando el carné, ya que suele ser pregunta de examen y podrías llegar a suspender si no las respondes correctamente. Por tanto, nos encontramos con: 

Estas son las luces que nunca pueden faltar en un coche y su uso es totalmente obligatorio. Además, es muy importante no confundirlas con los testigos del coche. Si quieres saber cómo y cuándo se usan estas luces, sigue leyendo, nosotros te lo contamos.

¿Cómo funcionan las luces del coche?


Por norma general, todas las palancas para activar las luces del coche que no se encienden de forma automática, se encuentran situadas alrededor del volante. Si tienes a mano el manual del fabricante, podrás ver cuál es cada una de ellas, si no, te tocará investigar.

Antes de nada, podemos clasificar las luces del coche en luces “para ver” o “para ser vistos". Así, nos será mucho más fácil distinguirlas y entender su función ¡Sigue leyendo!
 

Luces para ver


En primer lugar, considerada como la iluminación básica, tenemos las luces de posición. De color rojo, van siempre encendidas acompañando a las que tengamos activas y su objetivo no es más ni menos que indicar la situación y el tamaño del vehículo.
 
En caso de que tengas que inmovilizar el coche, estas luces deben de estar encendidas para hacerlo visible. No únicamente con las luces de posición, pues no iluminan y podrás correr riesgos en la carretera.

Las luces de cruce o también conocidas como luces cortas, se utilizan siempre entre la puesta y la salida del sol, en cualquier tipo de vía. Durante el día, se usarán cuando no tengamos una buena visibilidad, como en días de lluvia intensa, con niebla, humo…etc.
 
Además, también debemos activarlas tanto en carriles reversibles como adicionales, en aquellos habilitados para circular en sentido contrario y en los túneles, de forma obligatoria. Si bien no estamos obligados a usarlas durante el día, es aconsejable para hacer que nuestro coche sea más visible.
 
Más conocidas como largas, las luces de carretera se utilizan únicamente de noche y cuando la carretera no está lo suficientemente iluminada. Nunca debes llevarlas puestas si te cruzas con un coche o llevas uno delante, pues podrías deslumbrar al otro conductor. En este caso, se cambiará a las de cruce.

Siguiendo la norma, cuando no se pueda leer la matrícula de un coche a 10 metros o tengamos un vehículo a 50 metros circulando a más de 40 km/h y no lo veamos con claridad, tenemos que encenderlas. Por supuesto, queda prohibido utilizarlas en centros urbanos. 

En cuanto a las luces antiniebla, debemos diferenciar entre delanteras y traseras. La trasera viene incorporada en todos los vehículos, mientras que la delantera no. Esta última se utiliza como refuerzo cuando la visibilidad disminuye por niebla espesa, lluvia intensa, humo o polvo o por nevadas.
 
Se trata de una luz potente, baja y ancha que nos ayuda a seguir las líneas del borde de la calzada. Puede utilizarse como principal o junto con las de cruce o de carretera. Además, hay que tener en cuenta que puede resultar molesta para los conductores, por lo que no se debe de usar cuando llueve poco. 

Luces para ser vistos


La luz de marcha atrás, se trata de una o dos luces blancas que se activan automáticamente al engranar la marcha. Su función, como bien indica su nombre, es avisar a los coches y peatones de que el vehículo circula en ese sentido.
 
De color naranja, nos topamos con los intermitentes. Estos nos ayudan a señalizar cambios de carril, aparcamiento e incluso emergencias, si se activan los cuatro a la vez.

Finalmente, las luces de freno. Como su nombre bien indica, se activan cuando frenamos y sirven para avisar al resto de conductores de que vamos a parar el coche, por lo que resulta totalmente indispensable llevarlas en buen estado. 

¿Y las luces de emergencia?


Las luces de emergencia son las que se activan al pulsar el botón rojo con un triángulo. Se utilizan en caso de que haya algún problema o cuando el coche se encuentra posicionado en doble fila o en el arcén, suponiendo un peligro para el resto de vehículos.

Se componen de 4 luces intermitentes a los lados, 2 delante y otras 2 detrás. Estas luces nos serán de gran ayuda para alertar a los demás y, por la noche, además, poder indicar la anchura de nuestro vehículo. 

Tipos de lámparas para las luces del coche


No todos los coches tienen el mismo tipo de lámparas. Algunas, pueden ser más fáciles de cambiar que otras y también más baratas. Además, también influye en su vida útil. En caso de ser necesaria su sustitución ¿Sabes cuáles tiene el tuyo? A continuación te mostramos los distintos tipos de lámparas:

Halógenas: son las más extendidas y, por tanto, más económicas. Su alcance lumínico alcanza los 100 metros. 
Son muy similares a las que podemos encontrar en nuestras casas, una bombilla tradicional. La diferencia es que en su interior hay un gas que permite que se multiplique su capacidad lumínica. 

Xenón: estas son un poco diferentes. No cuentan con filamento interno, sino con dos electrodos que generan electricidad y calientan el gas xenón.
Proporcionan hasta tres veces más luz que las halógenas, con menos potencia consumida y su vida útil, aunque son más caras, se triplica. 

Led: basado en la unión de varios diodos de luz de tamaño muy pequeño, nos aporta muchas ventajas. Poco peso, consumo energético muy reducido y una vida útil muy larga, entre otras. 
Usados tanto para luces de circulación como para intermitentes, por ejemplo, nos permiten adoptar funcionalidades como las luces adaptativas o sistemas anti-deslumbramiento. 

Láser: se trata de la última tendencia en luces del coche. Pueden llegar a iluminar hasta 600 metros y emiten una luz blanca diez veces más intensa que las tradicionales. Además, tienen una gran vida útil y consumen un 30% menos que las mencionadas anteriormente.

Hasta aquí nuestra explicación sobre las luces del coche. Esperamos haber solventado todas tus dudas ¡Nos vemos en el próximo post!