Una de las principales razones por las que una persona decide no comprar un vehículo es el alto coste de su mantenimiento anual. Además de los gastos de compra del vehículo, pago de tasas e impuestos y gasolina, los conductores tienen que hacer una gran inversión para que su vehículo se mantenga en buenas condiciones. 

No solo tiene que pasar la ITV, sino que además debe ser revisado periódicamente para mantenerlo en funcionamiento. El mantenimiento de un coche es todo aquello que se le realiza en el taller con el objetivo de que mantenga sus buenas condiciones. No hay que confundirlo con las reparaciones, problemas más complejos.

En este post te contaremos qué incluye el mantenimiento de un coche, qué debes revisar y cada cuánto tiempo. 

3 tipos de mantenimiento 


Los diferentes tipos de mantenimiento de un coche dependen de su finalidad. 

  • Mantenimiento preventivo. Este tipo de mantenimiento tiene como objetivo evitar fallos en un futuro. Se basa en las revisiones de forma periódica y en el cambio de piezas, según indique el fabricante. 
  • Mantenimiento correctivo. El correctivo tiene como fin solucionar un problema existente en el vehículo. 
  • Mantenimiento predictivo. Se produce cuando, durante una revisión, se detecta que alguna pieza va a fallar. Para evitar esto, se sustituye por otra o se ajusta. 

¿Qué es el libro de mantenimiento de un coche?


El libro de mantenimiento es un manual que recopila cómo mantener correctamente la mecánica del vehículo, además de incluir un historial de las revisiones y visitas al taller. 

Nos sirve de manual de instrucciones para conocer la presión de los neumáticos, qué tipo de aceite utiliza el coche, cómo cambiar una bombilla… También existen manuales de reparación de cada coche en la web. 


¿Cómo saber si mi coche necesita mantenimiento?


La manera más sencilla de saber si tu vehículo necesita mantenimiento es guiarse por los testigos del cuadro de instrumentos, esos iconos que se iluminan si algo no va bien. En el manual del fabricante vienen recopilados sus significados. 

Generalmente, los coches cuentan con testigos que nos informan de: 
  • precalentamiento en motores diésel
  • control de gases de escape
  • presión de inflado de los neumáticos
  • fallo en el alternador
  • nivel y presión baja de aceite
  • temperatura del líquido refrigerante
  • nivel bajo de AdBlue
  • avería en el motor
  • batería
  • foco fundido

Además, estos testigo, según su gravedad, están codificados por colores, como el amarillo o el rojo. Si es amarillo, nos indica algún fallo en dicho sistema. En cuanto podamos, lo revisaremos o lo llevaremos al taller. Sin embargo, si es rojo, se trata de algo más grave. En este caso, deberíamos parar el vehículo y solicitar asistencia. 

Igualmente, hay que prestar atención a ruidos extraños, humo oscuro o demasiado claro procedente de nuestro tubo de escape y olor a quemado. Si algo de esto ocurre, no dudes en llamar a asistencia o acercarte a un taller.

Mantenimiento de mi coche según los kilómetros recorridos


Además del mantenimiento correctivo, debemos realizar mantenimientos preventivos también. Como hemos explicado anteriormente, estos consisten en ajustar o sustituir elementos, según el número de kilómetros recorridos o según la edad del vehículo, lo que ocurra antes.
 
El fabricante del vehículo, en el manual, indica cada cuánto tiempo debes realizar estas revisiones. En caso de no hacerlas, podría anularse la garantía de fábrica.

Por lo general, la primera se realiza tras 15.000 kilómetros recorridos o pasado un año desde la adquisición del vehículo. Esta se centra en la comprobación de los frenos, los niveles de líquidos, los filtros, la presión de los neumáticos, la batería, los amortiguadores, las luces y las escobillas.

La segunda revisión se hace tras 30.000 o 35.000 kilómetros, y comprende todo lo comprobado en la primera visita, además de los sistemas de seguridad y el líquido anticongelante.

La tercera se da en torno a los 60.000 kilómetros y se revisa lo mismo que en las dos anteriores. A partir de aquí, deberían realizarse las comprobaciones cada 10.000 o 15.000 kilómetros. 

Recuerda que lo más seguro es acudir a la casa taller o a nuestro taller de confianza para realizar estos mantenimientos.

Te dejamos aquí unos intervalos recomendados para la revisión de los principales elementos del vehículo. De nuevo, utiliza esto como orientación, siempre debes tener en cuenta lo que indique el fabricante. 

Cambio del aceite del coche

Lo más recomendable es cambiar el aceite cada año o cada 15.000 kilómetros, o, dependiendo de lo que indique el fabricante, cada dos años o 30.000 kilómetros. Si el vehículo tiene más de 15 años, deberás cambiarlo cada 10.000 kilómetros o una vez al año. 

En el momento que cambies el aceite, deberías cambiar también el filtro del mismo. 

Te dejamos más información sobre el cambio del aceite del coche en nuestro blog.


Líquido anticongelante 

El líquido anticongelante debe cambiarse antes de llegar a los 40.000 kilómetros recorridos o cada dos años. No hacerlo puede dañar el motor. Aunque puedes cambiarlo tú mismo, lo recomendable es acudir a un taller. 

Líquido y pastillas de frenos

El líquido de frenos debe cambiarse cada dos años o cada 40.000 kilómetros. No hacerlo provocará pérdida de potencia durante el frenado y deterioro del sistema de frenos. 

En cuanto a los discos y pastillas de frenos, lo normal es que las revisemos cada 20.000 kilómetros y se cambien, si es necesario.

Correa de distribución

Lo recomendable es sustituir la correa de distribución (si tu coche la lleva) cada cinco años o en un intervalo de 100.000-120.000 kilómetros. Si no le has dado mucho uso al coche, por lo menos, revísala adecuadamente. La correa se desgasta y, si no se cambia, puede llegar a romperse. Su rotura provocaría daños en los pistones e incluso la culata podría verse afectada. En este caso, el motor podría sufrir daños muy graves. 

Amortiguadores 

Dependiendo del uso que se le dé al coche, deberían cambiarse cada 65.000-90.000 kilómetros. Se aconseja revisarlos cada 20.000. 

Escobillas

Se recomienda sustituir las escobillas una vez al año. Generalmente, en otoño, antes de la época de mayor frío y temporal. 

Cambio de neumáticos

Existe cierta controversia sobre cuándo cambiar los neumáticos. No todos se desgastan de la misma manera, hay que tener en cuenta su uso, el tipo de vehículo, los kilómetros, el tipo de vía… Por suerte, puedes encontrar su fecha de fabricación en ellos, que te ayudará a poder estimar, junto al desgaste que muestren, el tiempo de vida útil que les queda antes de proceder a su cambio.

Coste del mantenimiento de un coche

Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el 18% del dinero que ingresa un hogar se destina al mantenimiento de un vehículo. Piensa en los gastos en visitas al taller, impuestos, seguro,... Todos estos pueden desaparecer si escoges bien la modalidad de alquiler del coche. 

En Soluty Renting te damos la solución a todos estos gastos variables. A través de una cuota mensual fija, que incluye el coste del seguro, el mantenimiento del coche, los impuestos y la asistencia en carretera, podrás disfrutar de conducir sin imprevistos. 

El renting es la mejor opción para controlar tu economía. Disfruta de un coche sin las responsabilidades (y gastos) de ser propietario.