Blog
Para esta tercera parte de pueblos bonitos cerca de Madrid para amantes de la carretera nos centraremos en la provincia de Segovia para conocer los municipios más interesantes de esta provincia. Por supuesto, la propia ciudad de Segovia será parada obligatoria, pero también otros lugares no tan conocidos como Pedraza o Sepúlveda.
Abróchate el cinturón y ponte en marcha, porque empieza la Parte III de pueblos bonitos cerca de Madrid.
La Provincia de Segovia, perteneciente a la Comunidad Autónoma de Castilla y León, linda directamente con Madrid, y esconde algunos municipios dignos de incluir en esta lista de pueblos bonitos que visitar cerca de Madrid, aunque para llegar a alguno de ellos hace falta cubrir una distancia mayor de 100 km, te garantizamos que merece la pena cada uno de ellos.
Segovia es una de las 15 ciudades declaradas Patrimonio de la Humanidad en España. Mundialmente reconocida por su acueducto y su alcázar Segovia es, sin duda, mucho más, incluyendo una deliciosa gastronomía.
Si llegas desde Madrid dispuesto a quedarte más de un día y disfrutar de Segovia como se lo merece, hemos apuntado los siguientes puntos para que visites sí o sí:
Turégano es un municipio de Segovia de casi 1000 habitantes. Su imagen más representativa es su castillo, una fortaleza medieval del siglo XII que domina el pueblo desde un promontorio.
Sobre una construcción defensiva pretérita, el obispo Pedro de Agén inició la construcción de una iglesia románica dedicada a San Miguel. Siglos después, comenzó la obra de la fortaleza-palacio que acompaña a la iglesia y que conforma el castillo como tal, cuyas murallas fueron reforzadas en el siglo XVI.
La iglesia está conformada por tres naves, dos de estilo románico y la central de estilo gótico, con bóveda de cañón apuntada. Actualmente, salvo la iglesia, todo el recinto amurallado es gestionado por el Ayuntamiento de Turégano.
Pedraza es una auténtica villa medieval levantada sobre dos cerros que cumple perfectamente con el ideal de pueblo del siglo XV que tantas veces hemos visto en películas. Pero, en este caso, es tan real como la vida misma.
Sobre sus ya históricos y empedrados caminos nos encontramos con numerosas casas hidalgas blasonadas, una impresionante Plaza Mayor, una muralla que otrora fue inexpugnable y que ha sido recientemente restaurada y, finalmente, un castillo.
Pedraza está considerado como uno de los pueblos más bonitos de España y fue declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1951. Lo cierto es que no sería lo que es hoy si no hubiera sido repoblada en plena edad media por las mesnadas castellanas del Conde de Castilla Fernán González y sus descendientes.
Además de disfrutar de la experiencia que supone pasear por sus calles, Pedraza ofrece una serie de imprescindibles, como:
La Puerta de la Villa de Pedraza es su único acceso. Forma parte del conjunto monumental y presenta el mismo aspecto desde hace 500 años, cuando fue su última remodelación, que incluyó el blasón de los Velasco y las puertas de álamo negro.
Actualmente están siempre abiertas, pero antiguamente era el carcelero de la ciudad quien se encargaba de cerrarlas al caer el sol. La puerta original, por cierto, fue construida en el siglo VIII.
Junto a la muralla nos encontramos con esta casa convertida en cárcel-museo, que representa cómo sería la vida entre rejas en la Pedraza medieval.
En sus dos niveles, el superior para delincuentes de poca monta y el inferior para los considerados peligrosos, podrás ver cómo eran las celdas, cómo eran los grilletes y los cepos que mantenían a los presos, presos, nunca mejor dicho.
La Plaza Mayor de Pedraza es una plaza irregular porticada, rodeada por las antiguas casas de las familias nobles de Pedraza, que utilizaban sus balcones para presenciar los festejos taurinos que se celebraban en la propia plaza.
Actualmente, entre los días 6 y 11 de septiembre, con motivo de las fiestas de la Virgen de Carrascal, sigue convirtiéndose en plaza de toros. Pero también se cubre de velas los primeros sábados de julio para realizar los ya famosos Conciertos de las Velas.
Junto a la plaza, la Iglesia de San Juan, de la que ahora hablaremos.
Junto a la Plaza Mayor se encuentra la Iglesia de San Juan, un templo de estilo románico de aspecto austero que ha pasado por algunas modificaciones a lo largo de los siglos.
Destaca, por encima de todo, su torre del campanario, con doble arquería.
En el extremo del cerro sobre el que se asienta Pedraza se encuentra su castillo, una fortaleza del siglo XIII que perteneció a las familias Herrera y Fernández de Velasco y que actualmente alberga un museo sobre el célebre pintor Zuloaga, que tuvo su estudio en la Torre del Homenaje.
La planta de esta fortaleza, que antiguamente formaba parte del recinto amurallado de Pedraza, es irregular. Si puerta, que salvaba un foso, llama especialmente la atención por estar repleta de puntas de hierro, enclavadas para favorecer la defensa de la puerta frente a armas de asedio como arietes.
En su interior, además del museo, donde junto a las obras de Zuloaga se puede ver un retrato hecho poro Goya a la Condesa de Banea un cristo del Greco, destacan la propia torre del homenaje y las arquerías románicas que comunican los diferentes patios. También son visibles los escudos de los Velasco, en la fachada principal, y de los Herrera, en el interior.
Sepúlveda es un pequeño municipio de aproximadamente 1000 habitantes que se encuentra a 133 km de Madrid capital. Es uno de esos pueblos que parecen congelados en el tiempo por alguna razón que se nos escapa.
En el caso de Sepúlveda, además, nos encontramos con la suerte de que se encuentra en pleno Parque Natural de las Hoces del río Duratón, por lo que la experiencia de su visita es doblemente gratificante y especial.
En el pueblo te encontrarás, entre otras cosas, algunas partes de su antigua muralla, de la que se conservan algunas de las puertas, como la del Ecce Homo, desde la cual podrás observar algunas de las casas blasonadas más interesantes del municipio.
Si te decides por visitar el Parque Natural podrás ver los restos de otra de las puertas de la muralla, de la que parte una calzada romana que va a dar a un puente, también romano.
También llama la atención su castillo, en la Plaza Mayor, que se encuentra adosado a otro edificio, del siglo XVIII, donde se sitúa el reloj de la plaza.
Puedes también visitar las iglesias de Sepúlveda, como la de El Salvador, la de La Virgen de la Peña o la de Los Santos Justo y Pastor. Precisamente frente a la iglesia de San Justo y Pastor está la Casa de los Proaños, o del “Moro”, llamada así por la cabeza que verás en la parte superior de su fachada, y que hace referencia a un alcaide Abubad, muerto en combate (al parecer, decapitado), por el conde Fernán González, quien conquistó y repobló Sepúlveda en el siglo X. Cerca de esta vivienda está la Casa de las Conchas, cuya fachada presenta numerosas conchas y escudos tallados en la piedra.
Junto a la Sierra de Ayllón, cadena montañosa del Sistema Central, nos encontramos con un municipio del mismo nombre, Ayllón, una pequeña localidad llena de encantos que lleva habitada desde la Edad de Hierro.
Ayllón fue reconocida como Conjunto Histórico Artístico en 1973, gracias a su gran número de monumentos, entre los que destacamos sus casas señoriales, el ayuntamiento y el puente romano que, entre otros, conforman el encanto histórico de Ayllón.
Partiendo desde el puente, el camino nos lleva hasta la puerta del Arco, una de las tres puertas que tenía Ayllón y en la que están ilustrados los cuatro escudos de las familias más importantes de la localidad.
Ya en el interior del pueblo destacamos el Palacio de los Contreras, una casona noble del siglo XV adornada en su fachada con un cordón franciscano y tres escudos de armas.
Otra visita recomendada es la Plaza Mayor. Esta plaza porticada parte desde el edificio del ayuntamiento, antiguo palacio de los Marqueses de Villena. También en la plaza, la Iglesia de San Miguel Arcángel, del siglo XII y a la que se añadió, posteriormente, un curioso porche. En su interior se encuentra, actualmente, la oficina de Turismo de Ayllón.
Ya fuera del pueblo, a cerca de un kilómetro, están las ruinas de un antiguo convento de San Francisco, fundado por el propio San Francisco de Asís. Lamentablemente, fue pasto de las llamas en el siglo XVI y fue perdiendo importancia hasta pasar a ser propiedad particular. Una visita pintoresca e interesante, sin duda.
El Castillo de Coca es una fortificación impresionante localizada en Coca, Segovia. Fue construido en el siglo XV por orden del obispo de Ávila y diseñado por los maestros Farax y Alí Caro y continuado, entre otros, por el hermano de éste último, ya bautizado. Es, sin lugar a duda, una de las mejores representaciones del gótico-mudéjar español.
El castillo, construido principalmente con ladrillo, lo conforman su foso, de 560 metros de diámetro, y sus dos recintos, uno exterior y otro interior. El recinto exterior, de planta casi cuadrangular, está reforzado con cuatro grandes torreones de tres pisos en sus ángulos.
El recinto interior, por su parte, también es de planta casi cuadrangular, y corresponde con la zona residencial del castillo. Entre sus cuatro torreones destaca la Torre del Homenaje, la más alta de todo el conjunto. Esta parte de la fortificación albergaba las salas y dependencias
No pierdas detalle de toda su decoración, realizada en el propio ladrillo cubierto con estuco y pintado con hermosos motivos geométricos.