Los cambios de rasante son partes de los tramos a los que muchos usuarios, por las condiciones geográficas de su zona de residencia, están acostumbrados. Sin embargo, por la misma razón, otros muchos conductores puede que no se encuentren habitualmente con tramos de este tipo.
Por esa razón, en el post de hoy nos centraremos en responder a la pregunta ¿Qué es un cambio de rasante? Teniendo en cuenta los diferentes tipos y la forma de abordarlos.
¿Qué es un cambio de rasante?
Con el Reglamento de Circulación en la mano, un cambio de rasante es aquel lugar en el que se encuentran dos tramos de una misma vía con distinta inclinación. La rasante hace referencia, como definición, a la inclinación respecto a un plano horizontal. De este modo, tenemos que un cambio de rasante es el punto en el que se pasa de una rasante a otra, es decir, el punto en el que se encuentran, como menciona el Reglamento de Circulación.
De este modo, podemos encontrarnos con diferentes tipos de cambios de rasante, como aquellos con forma cóncava, dos pendientes que se unen; o los de forma convexa, en dos cuestas que se unen en el punto más alto. Estos tipos entrañan diferentes dificultades, ya que el grado de la rasante -o rasantes- puede ser lo suficientemente elevado como para poner en dificultades a los conductores y demás usuarios de la vía en cuestión.
Riesgos en los cambios de rasante
Todo cambio de rasante, pero en especial, aquellos en los que la visibilidad se ve reducida (cuanto más convexa y abierta es la rasante), suponen un riesgo, ya que se trata de un cambio más o menos abrupto de la vía.
Los riesgos a los que se enfrentan los conductores es a la pérdida de visibilidad, por lo que deberán reducir la velocidad y prestar especial atención a la vía, indicando su presencia a los demás usuarios, por ejemplo, encendiendo las luces de cruce, para así alertar.
En el caso de que el coche no reduzca la velocidad, además del riesgo de poder perder el control, la mecánica del vehículo, en concreto, la suspensión delantera, puede verse comprometida y sufrir especialmente.
Por otra parte, para el resto de usuarios de la vía, los cambios de rasante suponen una situación de peligro, ya que en muchas ocasiones se pierde la visibilidad del tramo contrario. Pero, en especial, son los ciclistas y los motoristas los que se pueden ver más expuestos a un accidente en este tipo de tramos, precisamente por la pérdida de visibilidad.
Pero, ¿Se puede adelantar en un cambio de rasante?
Como tal, todos los cambios de rasante están considerados tramos de visiblidad reducida, pero dependiendo de las características, por ejemplo, un cambio cóncavo a mucha distancia, un conductor podría tener una buena visibilidad de las circunstancias del cambio.
Sin embargo, al ser tramos de visibilidad reducida, el posible adelantamiento se ve condicionado por las circunstancias de la vía, y siempre prohibido (con riesgo de sanción de hasta 400 €) en el punto del cambio de rasante.
¿Cuándo se podría adelantar? En aquellas vías en las que sólo haya un sentido de la marcha y en lugares con buena visibilidad, siempre y cuando, además, la señalización lo permita.
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¿Dónde se debe circular en un cambio de rasante de reducida visibilidad?
Dentro de los diferentes tipos de cambios de rasante – cóncavos o convexos – los convexos son aquellos en los que la visibilidad se ve más comprometida, y en muchas ocasiones, no podemos advertir qué hay al otro lado del cambio.
Más de que dónde se debe circular, la cuestión está en el cómo. En estos casos, además de intentar alertar de la presencia del vehículo al resto de usuarios de la vía, es fundamental reducir la velocidad y extremar la precaución, de cara a evitar posibles accidentes.
¿Que está prohibido en un cambio de rasante?
En los cambios de rasante está terminante prohibido estacionar y parar, salvo que ambos carriles están bien delimitados, haya espacio suficiente y la señalización así lo permite, se podrá estacionar o parar en las zonas indicadas. Asimismo, realizar maniobras que puedan resultar peligrosas tanto para el conductor como para el resto de usuarios que se encuentren en la vía en ese momento.
Como ves, no es complicado encontrarnos con un cambio de rasante e identificarlo como tal, sobre todo cuando sus condiciones son evidentes y hablamos de pendientes o cuestas de gran inclinación. Con este post esperamos haber aclarado aquellas dudas relacionadas, sobre todo, con la circulación en este tipo de tramos.