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Seguro que has visto alguna vez a
un vehículo desprendiendo una notable cantidad de humo por su tubo de escape.
Desde luego, esto es algo que puede sorprender e incluso asustar a aquellos que
no sepan cómo o por qué sale.
Cuando esto ocurre, inmediatamente
nos alarmamos y nos ponemos en lo peor. Lo cierto es que ver humo blanco en un
coche no suele ser una buena señal, pero conviene conocer todas las posibilidades
antes de echarnos las manos a la cabeza.
Como veremos en este post, según los diferentes tipos de humo puedes encontrar un problema u otro. E Incluso se puede dar el caso de que tu coche esté perfectamente y el humo blanco sea normal.
Atajemos el problema de raíz. El humo
blanco es el tipo más normal que vas a ver en cualquier coche y el más
común que se puede dar en caso de avería. De hecho, en caso de que notes que
esto ocurre, es bastante probable que te estés enfrentando a algún tipo de
problema en tu vehículo.
Pero antes de empezar a explicar
por qué sale humo blanco de tu coche, es importante que definamos a qué nos
referimos con este humo blanco. Para que este pueda llegar a suponer un
problema, el humo blanco debe ser constante y denso.
Sin embargo, cuando vemos que el
humo blanco que expulsa nuestro coche es ligero y desaparece rápidamente no
debe preocuparnos. Este está formado principalmente por vapor de agua y apenas
tiene olor.
Volviendo al tema, si el humo blanco que sale del coche es constante, denso y muy oloroso, estamos seguramente ante un problema en la alimentación del motor o incluso un problema de refrigeración. Cualquiera de las dos posibilidades nos garantiza casi de forma segura una visita al taller.
Pero veamos cuál es exactamente el
fallo.
El problema de que salga humo blanco
del coche es de origen mecánico. Lo más probable es que se deba a un fallo
de la inyección, con algún precalentador o incluso con el sistema de
refrigeración. Pero dentro de esta subdivisión puede haber diferentes casos que
supongan que el problema sea uno u otro, dependiendo de la situación.
En el caso de que tengas un coche
de motor diésel y notes un exceso de humo blanco al arrancarlo, seguramente
tengas un problema en la inyección diésel de tu vehículo o en alguno de
los precalentadores.
A pesar de que este humo puede
desaparecer al poco de arrancar, te recomendamos que no te confíes. Lo que
posiblemente está pasando en tu coche es que la inyección del diésel entra
demasiado pronto, haciendo que solo se queme una parte. El resto se evapora
directamente a través del tubo de escape, causando así el humo.
A no ser que tu coche no tenga
bomba de inyección. En ese caso lo más probable es que tengas un problema
con los precalentadores.
Cuando el humo aparece tanto al
arrancar como durante la marcha, significa que el problema es otro. De hecho,
en este caso la avería es bastante más grave. Lo más probable es que sea
un asunto relativo a la refrigeración del vehículo y que esté afectando
a la junta de la culata.
En definitiva, tu vehículo está
teniendo una problemática fuga de líquido anticongelante. Este está
entrando en el cilindro y se está mezclando con el combustible. Por eso sale
tal cantidad de humo blanco del tubo de escape.
Antes de nada, a qué nos referimos
a que el humo sea muy espeso. Pues, efectivamente, estamos hablando de cantidades
exageradas de humo. Incluso puede provocar problemas de visibilidad debido
a su cantidad.
Una vez aclarado esto, también hay
que puntualizar que este es el problema más grave de todos y que supone no una,
sino dos reparaciones bastante costosas.
En este caso, lo más probable es
que tu coche esté quemando el líquido refrigerante del motor. Esta
avería puede suponer desde el fallo en la culata que hemos mencionado
previamente, hasta una grieta que afecte al bloque del motor.
Aunque de momento no sea un
problema grave, si lo descuidas y no procuras que tenga el mantenimiento
pertinente, es más que probable que la avería vaya a más hasta que rasgue
alguna parte del motor o que, directamente, lo inutilice.
De hecho, si no se le da el
suficiente cuidado a este asunto puede que pase de ser una avería costosa a ser
una vería imposible de arreglar.
Como ya hemos visto previamente,
que salga humo blanco del coche no siempre tiene que ser un problema. Aunque
cuando sí lo es, más vale hacerse cargo cuanto antes.
Por lo tanto, aclaremos cuando no
es peligroso que salga humo blanco del coche.
Normalmente, cuando hay una temperatura
exterior relativamente baja y el coche no se ha arrancado aún, puede llegar
a pasar que salga un poco de humo gris. Este se compone principalmente por vapor
de agua y se debe a una condensación dentro del sistema de escape.
No supone ningún tipo de problema
hacia el motor ni hacia ninguna parte de tu vehículo. Es más, debería desaparecer
a los pocos minutos de haber arrancado.
Si has comprobado que es un problema
del líquido refrigerante y que está teniendo fugas, sólo queda una solución.
Desgraciadamente, lo único que se puede hacer en este caso es llevarlo al
taller.
De todas formas, a pesar de la
faena que supone tener que hacer una visita inesperada al taller, tal vez
puedas tener suerte.
Desde luego, es mucho mejor que el problema sea relativo al inyector en vez de tener una fisura en el bloque del motor. Esto supondrá un ahorro tanto de dinero (aunque la reparación va a ser igualmente cara) como de tiempo.
Por supuesto, puede ser que el humo
que sale de tu coche sea de otro color, a pesar de que lo más común sea el
blanco. En realidad, el color del humo de tu coche es un buen indicativo de
cuál es exactamente el problema que este está sufriendo. Los colores de humo
más habituales son el negro, el azul y el gris.
Que tu coche eche humo negro
también es un problema muy común... y bastante menos problemático que el humo
blanco, de forma general.
Este humo se suele deber a una mala
mezcla entre la cantidad de oxígeno y la de carburante. Es decir, hay
demasiado carburante en relación con el oxígeno. Esto puede darse cuando se da
un acelerón repentino, pero si el problema persiste podemos estar hablando de
una avería.
Seguramente sea un problema en la válvula
que se encarga de la recirculación de gases de escape. Aunque si el coche es de gasolina, también se puede
deber a un fallo en las bujías, indicando que alguna de ellas ha llegado al
final de su vida útil. En este caso te recomendamos que pidas una revisión
completa del sistema de inyección de tu vehículo.
Aunque si quieres saber más sobre
cómo puedes cambiar las bujías y el precio de estas, te dejamos este
post de Carnovo
donde lo explican con precisión.
Cuidado con este caso porque,
aunque sea poco común es muy preocupante. Que tu coche esté echando humo de
color azul significa que el motor está consumiendo aceite. Esto supone
un problema grave del turbocompresor.
Lo que tienes que hacer en este
caso es parar tu vehículo de inmediato y llamar a la asistencia en carretera.
Si no, puedes llegar a tener una avería mucho más grave o, incluso, acabar con
el motor completamente inutilizado.
Esto no tiene que ser necesariamente malo. Que tu coche eche humo gris es algo normal (siempre que sea en cantidades normales y moderadas). En el caso de que estés viendo una cantidad mayor de humo, seguramente sea de nuevo un problema en la inyección, como en el humo negro.
En este caso, recomendamos que
lleves el coche al taller para que revisen el sistema de inyección. Sin
embargo, este problema es considerablemente menos grave si lo comparamos con el
resto de los colores del humo que puede tener tu coche.
En definitiva, con este post sabrás
reconocer de una forma general el problema que puede estar teniendo tu coche y
cómo solucionarlo. De todas formas, te recomendamos que pidas siempre la opinión
de un profesional en un taller, aunque sabemos que esto puede resultar muy
costoso.
Si no quieres tener que preocuparte
de pagar el mantenimiento de tu coche, lo mejor que puedes hacer es pasarte al renting.
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ellas cubren el 100% de este tipo de reparaciones.