En nuestra sociedad actual, el tráfico en vehículo particular es una constante en nuestras vidas. Sin embargo, a medida que aumenta el número de automóviles en las carreteras, también lo hacen los problemas asociados, como el excesivo consumo de combustible y la creciente contaminación ambiental. Estos desafíos plantean la necesidad de encontrar soluciones efectivas que nos permitan disfrutar de los beneficios del transporte personal sin comprometer el medio ambiente ni nuestra economía.
El excesivo consumo de combustible de los vehículos no solo afecta nuestros bolsillos, sino que también contribuye significativamente a la emisión de gases contaminantes, como el dióxido de carbono, que tiene un impacto negativo en el cambio climático. La buena noticia es que existe una alternativa accesible y efectiva:
la conducción eficiente. Al adoptar técnicas y prácticas simples, podemos reducir drásticamente el consumo de combustible y, en consecuencia, disminuir nuestra huella de carbono.
En este post haremos un repaso de todas esas pequeñas acciones que podemos realizar mientras vamos al volante y que resultan en una mayor eficiencia, además de en una conducción más segura.
¿Por qué deberías cambiar tu manera de conducir por una más eficiente?
Recientemente habrás leído informaciones sobre este tipo de conducción. Tiene un por qué. La contaminación y el calentamiento global están a la orden del día. Por ello, la industria automovilística actual busca fabricar vehículos cada vez más ecológicos. Si decides aplicar todas las técnicas de conducción eficiente, notarás una amplia mejora en:
- Ahorro de combustible y costos: Una de las principales ventajas de la conducción eficiente es el ahorro de combustible. Al aplicar técnicas como la aceleración suave, el mantenimiento de una velocidad constante y aprovechar la inercia, se puede reducir significativamente el consumo de combustible. Esto no solo se traduce en un ahorro económico a largo plazo, sino que también disminuye la dependencia de los recursos fósiles y ayuda a reducir los costos de operación de tu vehículo.
- Reducción de emisiones y protección del medio ambiente: La conducción eficiente contribuye a la reducción de emisiones de gases contaminantes y gases de efecto invernadero. Al minimizar el consumo de combustible, se disminuye la liberación de dióxido de carbono (CO2) y otros contaminantes atmosféricos, lo que tiene un impacto positivo en la calidad del aire
Qué es la conducción eficiente. Definición y técnicas
La conducción eficiente es una forma de conducir que reduce el consumo de combustible y disminuye la contaminación. También se la conoce como conducción económica o eco-conducción y, como decíamos, se refiere a un conjunto de técnicas y prácticas que permiten optimizar el consumo de combustible y reducir las emisiones de gases contaminantes al conducir un vehículo.
Ahora que ya sabes qué es conducir eficientemente, seguro que quieres saber cómo hacerlo. Toma nota de las siguientes técnicas:
- Olvídate de los acelerones: Evita aceleraciones bruscas y rápidas. Acelerar de forma gradual y suave permite un uso más eficiente del combustible. Del mismo modo, tratra de mantener una velocidad constante durante la marcha.
- La primera marcha, sólo para arrancar: procura no deplazarte más de lo necesario con esta marcha. Es la más potente y la que peor gestiona el consumo de combustible del vehículo. La situación ideal es que metas segunda a los pocos segundos o metros.
- Aprovecha la inercia: Esto es habitual cuando nos acercamos, por ejemplo, a un semáforo ¿Es realmente necesario llegar acelerando hasta el último metro? Si pretendes una conducción eficiente, la respuesta es clara: no. Es preferible que aproveches la inercia generada por el coche para ir bajando velocidades y alcanzando, sin necesidad de acelerar, nuestra meta.
- Apaga el motor, no extiendas el ralentí: si vas a estar parado durante un tiempo prolongado, es preferible y más eficiente en cuanto a consumo, que apagues el motor y no lo dejes al ralentí
- No abuses de las marchas: esto quiere decir que del mismo modo que recomendamos pasar de primera a segunda rápidamente, es aconsejable que, a nivel de revoluciones, lleves la marcha correspondiente en cada momento y no exprimas, por la razón que sea, ninguna marcha ni hacia arriba (más velocidad) ni hacia abajo (menor velocidad). Generalmente, se recomienda cambiar de marcha entre 2,000 y 2,500 revoluciones por minuto (RPM), sea diésel o gasolina. Anticipa los cambios.
- Cuestas y pendientes, distintas maneras de afrontarlas: cuando conduzcas en cuesta intenta retrasar la reducción de marchas en la medida de lo posible, y acelerar de forma ligera. En cambio, en pendiente es más eficiente circular con marchas largas y aprovechar la inercia que nos proporciona la vía.
- Evita cargar el coche: Si puedes evitarlo, no cargues la baca ni incluyas excesivo peso en tu vehículo. Cuanto más peso, mayor consumo.
- Planea tu viaje: Prepara el GPS, mira bien el mapa y ten en cuenta los posibles atascos. Infórmate bien para evitar hacer kilómetros de más. Aléjate de las horas puntas para no acabar en ningún atasco, en el que perderás tiempo y dinero en forma de combustible malgastado con el coche detenido y al ralentí.
- Mantén los neumáticos adecuadamente inflados: Verifica de manera regular la presión de los neumáticos y asegúrate de que no estén sobreinflados o faltos de presión. Los neumáticos desinflados aumentan la resistencia al rodaje y disminuyen la eficiencia, además de multiplicarse el riesgo de sufrir un reventón.
- Respeta la distancia: Respetar la distancia de seguridad hará que utilices menos los frenos y, por lo tanto, no tengas que recurrir a volver a acelerar el vehículo o a tener que aumentar de manera drástica la velocidad tras un frenazo.
- Modera la velocidad: La velocidad influye enormemente en el consumo de combustible. Circula siempre a una velocidad constante y adecuada para la vía en la que te encuentres. Según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), el consumo ideal de combustible se da a los 90 km/h. A partir de los 120 km/h, el gasto puede aumentar en un 30%. Por esto, cuanto más rápido, más gastas.
- Realiza un mantenimiento regular a tu vehículo: cambio de neumáticos, de filtros, revisión de los frenos, etc., son algunos de los aspectos que debemos tener en buen estado si queremos no sólo conducir de manera más segura, sino también eficiente. Piensa que unos frenos en mal estado supondrán que tendrás que realizar una mayor presión, el coche tardará más en frenarse del todo, con lo que arrancar de nuevo será más complicado, los neumáticos sufrirán mayor desgaste, etc.
- Sube las ventanillas. Las ventanillas bajadas aumentan la resistencia de avance del vehículo. Mantenlas subidas durante la conducción. Por ejemplo, según un estudio de la Sociedad de Ingenieros Automotrices (SAE), conducir con las ventanillas abiertas puede aumentar la resistencia aerodinámica del vehículo en un 20% o más, dependiendo de la velocidad, lo que puede provocar un incremento en el consumo de combustible de hasta un 10%. Sin embargo, trayectos urbanos, bajar las ventanillas resulta más eficiente que usar el aire acondicionado.
- Pon el aire acondicionado solo si es necesario. El aire extrae su potencia directamente del motor y, por tanto, incrementa el consumo de combustible. Evítalo. En contraposición, se encuentra la calefacción, que funciona con la energía térmica generada por el motor. El único gasto que supone esta última es el del ventilador que hace pasar el aire, que sí consume combustible, pero muy poco.
Nota: En general, se recomienda utilizar el aire acondicionado en lugar de conducir con las ventanillas bajadas cuando se circula a velocidades superiores a 50-60 km/h. A velocidades más bajas, la diferencia en el consumo de combustible entre ambas opciones puede ser menos notoria.
Alternativas a la combustión
Los automóviles son un medio de transporte eficaz para trasladarnos de un sitio a otro. Dependiendo de su motor, pueden contaminar más o menos. Además de realizar las técnicas de conducción eficiente que te hemos contado, puedes optar también por alternativas a los vehículos de combustión. ¿Las conoces?
Los vehículos híbridos o eléctricos se caracterizan por las bajas emisiones de CO2 a la atmósfera. Son una gran opción para mitigar la contaminación. Se estima que en los próximos años aumentará su demanda. Si quieres saber más, puedes leer nuestro artículo sobre
cómo funciona un coche híbrido.
Esperamos que esta información te haya sido útil. Empieza a poner en práctica las tácticas que te hemos expuesto y notarás una gran mejora tanto en tu seguridad al volante como en todo lo relativo a consumo de combustible y mantenimiento de tu coche.