Hoy venimos a hablar de una de esas piezas de los motores de combustión cuya existencia desconocemos hasta que nos dan la mala noticia en el taller. No, no es la válvula EGR, ni el filtro de partículas o el alternador. Es el colector de admisión.

Si has llegado hasta aquí es porque seguramente tengas algún problema con esa pieza. Te adelantamos que no hay reparación posible. Todo pasa por su sustitución, pero vamos a aprovechar, igualmente, para conocer el colector de admisión.

¿Qué es el colector de admisión?


El colector de admisión es una de las piezas clave de toda la cámara de combustión. Como tal, permite que el oxígeno que produce la combustión fluya hacia las válvulas de admisión. Se trata de un conducto por el que el aire accede y se dirige hacia las canalizaciones de la culata para realizar la combustión de la mezcla en los cilindros.

Como ves, el colector de admisión es realmente importante dentro de los motores de combustión, pues se encarga de suministrar aire al motor, sin el que no sería posible la mezcla y, por lo tanto, la combustión.

Si se encuentra en mal estado podríamos notar tirones, notar fallos, traqueteos en el motor, pérdida de potencia, etc.

¿Dónde está el colector de admisión?


El colector de admisión va sujeto a la culata del motor mediante una serie de pernos. Hay diferentes tipos que ahora veremos, pero su localización es, esencialmente, la misma. 

Tipos de colectores de admisión


Los colectores de admisión se pueden clasificar, inicialmente, entre convencionales y variables. Sus características son las siguientes:

Colector de admisión convencional


Los colectores convencionales, cada vez menos comunes salvo en motores de gasolina con inyección monopunto, haciendo que la mezcla de gasolina y aire sea uniforme. 

Este tipo de colectores consiguen un par motor alto a altas revoluciones, pero son incapaces de hacerlo cuando el motor no revoluciona tanto.

colector de admisión - Soluty

Colector de admisión variable


Por su parte, el colector de admisión variable cubre las carencias del convencional, facilitando la entrada de aire a los cilindros según sea el régimen al que estén funcionando en cada momento, adaptándose a las exigencias del motor.

Si los colectores convencionales se encuentran en los sistemas monopunto de gasolina, los variables lo hacen en motores de cuatro válvulas por cilindro, para compensar el rendimiento del par motor a bajas revoluciones.

Los sistemas variables realizan la entrada de aire a través de un sistema de aletas controladas de forma electrónica por la centralita, canalizando el aire a través del colector de forma corta cuando las revoluciones son bajas, y larga cuando el régimen es mayor.


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Tipo de recorrido en los colectores de admisión variable


Como hemos mencionado, en los colectores de admisión variable el aire puede realizar un recorrido corto o largo según las necesidades del motor. Veamos:

Recorrido de admisión largo

En el caso del recorrido de admisión largo, el listón se mueve de forma descendente, generando una oscilación de presión en el aire aspirado. Estas oscilaciones producen que los cilindros se llenen de forma satisfactoria.

Recorrido de admisión corto


En el caso del recorrido de admisión corto, el llenado de los cilindros necesita de menos tiempo. En este caso, unas piezas llamadas chapaletas de conmutación se encargan de abrir y cerrar el conducto de admisión corto, haciendo que se llene rápidamente mientras el motor gira a altas revoluciones.

Colectores de conexión diferida


Pero también hay colectores de admisión de conexión directa, dedicados a conseguir un par motor alto a bajas revoluciones. Para ello se sirven tanto del conducto de admisión largo como del corto, que emplea según las circunstancias lo requieran, esto es, admisión larga en regímenes bajos y admisión corta en los regímenes altos.

Un pequeño matiz, el colector de admisión en los coches de alto rendimiento


Básicamente, esos son los tipos de colectores de admisión que podemos encontrar en la gran mayoría de vehículos que vemos día a día. Sin embargo, para los coches de alto rendimiento, el colector de admisión es un poco distinto.

En ese caso, el interior de la pieza está preparado para lograr un flujo de aire más rápido que en el de los colectores de admisión de paredes rugosas, propios de motores sin inyección directa, donde el líquido se pulveriza gracias, precisamente, a esas paredes rugosas.


¿Cómo saber si el colector está dañado?


Como mencionamos al principio del post, el colector de admisión es una pieza crucial del sistema de combustión, y no tiene reparación posible. Debe ser sustituido.

Pero ¿cómo detectar una avería en el colector de admisión? Puede darse que esté sucio o que se haya roto, y hay una serie de síntomas que nos lo indican.

Los problemas suelen venir dados por fisuras o roturas que proporcionan fugas de aire, un aumento del consumo y un funcionamiento incorrecto del motor. En ocasiones también puede suceder que la junta de unión entre el colector y la culata falle. En estos casos, lo habitual es que el motor genere humo negro.

¿Qué pasa si el colector de admisión está sucio? Síntomas


Que se acumule suciedad en el colector de admisión es uno de los problemas más comunes, y genera los siguientes síntomas:

Sonido intermitente con el coche al ralentí


Cuando el coche está al ralentí, es decir, con las revoluciones mínimas antes de calarse, normalmente escuchamos un ruido suave y continuado. Si el colector de admisión está sucio u obstruido, comenzaremos a notar un sonido intermitente.

Este tipo de sonido nos indica que el flujo de aire está siendo interrumpido, probablemente por las partículas acumuladas del proceso de combustión, que se han adherido a las paredes del colector.

Pérdida de aceleración o parada

Si el grado de suciedad es ya importante, puede darse la circunstancia de que nuestro motor se pare, porque el colector de admisión o estará cumpliendo su labor y la combustión no pueda darse.

Este tipo de problemas, no te alarmes, se dan cuando el coche se detiene y los residuos terminan de acumularse.

Problemas en los cilindros


Cuando el colector está sucio, los cilindros también pueden ver su funcionamiento comprometido. En este caso, la suciedad entra en la cabeza del cilindro, impidiendo que este se active. El motor, en ese caso, compensa la pérdida saltándose ese cilindro, por lo que se nota un pequeño parón.

Este problema muchas veces es difícil de identificar porque el motor, a pesar de tener un cilindro obstruido, no se llega a apagar.

Acumulación de carbonilla


La acumulación de carbonilla es una de las pesadillas recurrentes de cualquier motor, más aún todavía en los diésel. Para el caso que nos ocupa, la acumulación de suciedad en el interior de los tubos del colector de admisión puede llegar a bloquearlo, haciendo que el motor no se pueda encender.

Bonus track, el colector de escape


Por cierto, ¿te has preguntado hacia dónde van los gases que se generan en los cilindros durante la combustión? ¿No? Lo hacen al colector de escape, que se encarga de recoger esos gases y llevarlos hacia el catalizador, que termina de expulsarlos a través del sistema de escape.

Igual que en el caso del colector de admisión, el colector de escape también va unido a la culata.

Esperamos que este post haya resuelto tus dudas. Por nuestra parte, no podemos dejar de recomendarte que le eches un vistazo a nuestro catálogo de coches de renting, con precios sin entrada y mantenimientos incluidos, razón por la que no tendrás que preocuparte, entre otras muchas cosas, del colector de admisión.