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Puede que no hayas escuchado hablar nunca del alternador a pesar de que es una de las piezas clave de nuestro vehículo. Si es así, sigue leyendo, en el post de hoy te contamos todo lo que debes saber sobre este elemento y cómo debes cuidarlo para evitar posibles averías.
Sustituto del antiguo dinamo, el alternador (situado junto al bloque propulsor del motor) es el elemento más importante del circuito eléctrico de nuestro coche y se encarga de transformar la energía mecánica en eléctrica para suministrar electricidad durante la marcha al vehículo. El alternador, conectado al motor a través de la correa de servicios, genera al girar una corriente alterna en su interior mediante inducción electromagnética.
La corriente eléctrica generada se destina a recargar y mantener la carga de la batería, así como suministrar corriente a todos aquellos sistemas eléctricos que lo necesiten como la iluminación o el navegador, por ejemplo. Además, también almacena la electricidad en la batería para que sea de utilidad aunque el motor no esté encendido.
A través de un mecanismo de arrastre accionado por un motor de combustión, el alternador produce corriente alterna. Cuando ponemos el contacto en el vehículo, la bobina rotor del alternador empieza a girar produciendo el campo magnético en función de la tensión de las escobillas y el estator genera la energía eléctrica.
Una vez arrancado el motor, el regulador se autoalimenta con la energía que produce el alternador. El sistema empieza a funcionar con la electricidad que se genera, lo que hace que el testigo de la batería se apague. Si la luz del cuadro de instrumentos no se apaga tras poner en marcha el vehículo, puede deberse a que no hay salida de corriente del alternador y el coche tendrá electricidad hasta que se agote la batería.
En el mercado nos podemos encontrar con diferentes tipos de alternadores. Estos pueden ser:
Además de estos dos tipos, se suelen diferenciar también por su tamaño, la posición de algunos de sus componentes, la potencia o el rendimiento… Existen también ensamblajes combinados de motor de arranque y alternador, instalados en vehículos híbridos o con sistema Start-Stop.
El alternador está formado por:
El aumento de comodidades en los automóviles, hace que su vida útil se acorte, pues requieren de más energía eléctrica, lo que fuerza su funcionamiento. Para evitar que el coche nos deje tirados en medio de la carretera, vamos a ver cuáles son los fallos más comunes y qué síntomas nos advierten de que algo no va bien.
Muchas veces entra agua, aceite y suciedad en la placa de circuitos del puente de diodos, lo que puede provocar que este se queme. La inversión de la polaridad de la conexión también puede ser un causante, además de ser peligrosa para otras piezas del alternador.
Errores en la instalación de la correa o tensores y rodillos mal montados pueden hacer que el alternador falle.
Como casi todo, la duración del alternador va a depender del uso que le hayamos dado. Dejar las luces encendidas, circular por caminos que puedan llenarlo de polvo o las condiciones climatológicas pueden acortar su vida útil considerablemente.
Lo normal es que nos dure entre 150.000 y 250.000 kilómetros, pero es bastante probable que haya que sustituir alguna de sus piezas durante este tiempo.
Aunque dependerá del vehículo y si tenemos en cuenta que es una de las partes más importantes del motor, no se trata de una pieza demasiado cara. Su precio podrá ir desde los 300 hasta los 600 euros en los casos más caros, a lo que debemos sumar la mano de obra y lo accesible que resulte su instalación.
Si quieres disminuir al máximo el riesgo de que el alternador de tu coche se estropee, puedes seguir estos consejos: