Han pasado 11 años desde que Mazda fabricó el último coche con motor rotativo. A pesar de sus idas y venidas, la firma japonesa trae de vuelta al panorama actual este motor, pero no de la forma que nos imaginamos.

Seguramente hayas escuchado hablar del motor rotativo pero, si no es el caso, en este post te contamos un poco más ¡Sigue leyendo!

Primeros pasos del motor rotativo de Mazda


Para conocer su historia, debemos remontarnos a 1961, año en el que la marca japonesa empezó a investigar sobre este motor gracias a su acuerdo con la firma alemana NSU, que le permitía utilizar el motor rotativo diseñado por Félix Wankel. El revolucionario motor eliminó pistones y cilindros, lo que generaba menos vibraciones y ruido y destacaba por su diseño compacto, suavidad y ligereza. Gracias a esto, Mazda decide mejorar la experiencia de conducción y crear vehículos más innovadores.

A pesar de no ser un camino fácil, pues estaba lleno de retos y obstáculos, la firma japonesa perseveró hasta presentar en 1964 en el Salón del Automóvil de Tokio el prototipo Cosmo Sport 110S, que se empezaría a fabricar en 1967, convirtiéndose en el primer automóvil con motor rotativo de dos discos. Esta determinación fue clave para que Mazda se diera a conocer en todo el mundo.

Comenzó a demostrar su valía al conseguir el cuarto puesto en el Maratón de la Ruta de 84 horas en Nürburgring. Después de esto, su gran desempeño y su elegante diseño dieron lugar a más de 200 victorias en carreras, incluyendo la más famosa de todas las carreras de 24 horas: Le Mans, con el Mazda 787B y su motor rotativo de cuatro discos. Estos logros, hicieron más fuerte a Mazda a nivel mundial y aumentaron sus ventas. A pesar del éxito, la crisis del petróleo en 1974 mermó su popularidad debido al consumo de combustible de estos modelos que, aunque cumplían con las normativas de emisiones, su eficiencia no era capaz de hacer frente a los motores convencionales de la competencia.
 
Ese mismo año, Mazda lanzó el proyecto “Phoenix” de la mano de Kenichi Yamamoto, logrando reducir el consumo de combustible de los modelos rotativos en un 50%, como se pudo comprobar en 1978 con el Mazda RX-7. Por si fuera poco, el modelo RX-8 ganó el premio “Motor Internacional del Año”. 

El motor rotativo se empleó también en motocicletas como las Hércules o las Norton, así como en grandes marcas como Suzuki. Ahora, Mazda ha decidido reinventarse y volver más fuerte que nunca con su famoso motor en el Mazda MX-30 R-EV, un SUV eléctrico que emplea el motor rotativo para generar energía en vez de impulsar las ruedas.

¿Qué es el motor rotativo?


El motor rotativo o Wankel, que recibe el nombre de su creador, Félix Wankel, fue patentado en 1929. Walken continuó con su desarrollo a lo largo de los años y no fue hasta 1957 junto a NSU cuando se completó su primera aplicación bajo el nombre de DKM (Drehkolbenmotor). 

El motor rotativo se basa principalmente en una carcasa y un rotor de forma triangular y caras convexas en su interior, que lleva a cabo un giro de centro variable y transmite su movimiento rotativo a un cigüeñal ubicado dentro de este. 

La presión de los gases, mueve el rotor y su giro, permite que las cámaras de trabajo se puedan expandir y comprimir de forma alterna. Esto permite que se lleve a cabo la succión de la mezcla de aire y combustible hacia el motor, la compresión de la mezcla y el aprovechamiento de la energía de la explosión y la fase de escape de los gases resultantes.

Pros y contras del motor rotativo


Como es lógico, el motor rotativo de Mazda se ha esforzado mucho para aportar numerosos beneficios pero, como todo, también cuenta con ciertos inconvenientes.
 
Se trata de un motor de tamaño más compacto y con un peso mucho menor. Presenta menos vibración y ruido, mayor suavidad en la entrega de par y una menor complejidad mecánica y, por tanto, mayor fiabilidad. 

Sin embargo, también nos encontramos ante un motor con un consumo más elevado y mayor cantidad de visitas al taller para su mantenimiento, pues la estanqueidad de las tres cámaras de trabajo obliga a cambiar segmentos cada cierto tiempo, además de que consume mucho más aceite, entre otras cosas.

En qué modelos podemos encontrar motor rotativo


A pesar de que no fue como esperaban, Mazda sacó varios modelos que incluían este innovador motor Wankel. Algunos de entre la larga lista que hay son:


El regreso


Han pasado 11 años desde que Mazda fabricó el último coche con motor rotativo. Fue el RX-8 y dejó de venderse en 2012. Desde entonces, en su oferta no cuenta con ningún modelo con este motor. Hasta ahora. La firma japonesa ha vuelto a fabricar motores rotativos, aunque en un coche muy distinto: el híbrido enchufable Mazda MX-30 e-Skyactiv R-EV, presentado en enero de 2023. 

El nuevo motor rotativo es un rotor simple, de tamaño compacto y mucho más ligero que ha sido instalado e integrado con el motor eléctrico, el decelerador y el generador. Lo podemos encontrar situado bajo el capó del Mazda MX-30. El uso de inyección directa de combustible reduce las emisiones y aumenta el ahorro de combustible.

Este motor también cuenta con un sistema de recirculación de gases de escape, que mejora la eficiencia a bajas revoluciones y su funcionamiento con poca carga. 
De esta forma, el motor rotativo reinventa el modelo eléctrico dándole una autonomía más cercana a la de un coche de gasolina (punto en el que cojeaba), pues funciona a una velocidad constante para servir como extensor recargando la batería. 

Si aún no te ha convencido del todo el motor rotativo ¡tranquilo! En Soluty tenemos otros modelos de Mazda que seguro te encantarán, echa un vistazo.