Con el paso del tiempo, la tecnología de nuestros coches ha avanzado a pasos agigantados. Desde los primeros modelos del siglo pasado hasta los más actuales, la industria ha evolucionado un montón. Aunque las innovaciones en motorización suelen llevarse el protagonismo, los ADAS (Advance Driver Assistance Systems) no se quedan atrás en cuanto a importancia en la conducción, aunque su objetivo es otro: la seguridad.

Entre estos sistemas de seguridad, encontramos la famosa caja negra de los coches, también conocida como EDR (Event Data Recorder), que es obligatoria en los turismos homologados a partir del 6 de julio de 2022. Sí, efectivamente, una caja negra como la de los aviones ¿No la conoces? Ponte cómod@ porque te lo contamos todo.

¿Qué es y cómo funciona la caja negra del coche?


Al igual que en los aviones, se trata de un dispositivo que recopila y almacena los datos del vehículo en el que está instalado. La caja negra, se usa normalmente para obtener información de un accidente y que esta se pueda examinar en el peritaje. 

Si el vehículo está en funcionamiento, la caja negra irá grabando datos para que en caso de que haya un accidente, contemos con información durante los 30 segundos anteriores y los 5 posteriores al golpe. Como es lógico, si el vehículo está apagado, la caja negra no funciona y, por tanto, no registra datos. 

Debemos tener en cuenta que la caja negra nunca registrará imágenes ni sonidos. Además, los datos que se almacenan se irán borrando de forma periódica. Ejemplo de estos son los siguientes:

Como podrás ver, se trata de información muy específica y es que, además, este dispositivo es capaz de captar más de 15 variables.

¿Cómo saber si mi coche tiene caja negra?


Si tienes un coche homologado a partir de julio de 2022, tienes una caja negra. Por lo general, tienen el tamaño de un teléfono móvil y van atornilladas al chasis bajo el asiento del conductor, conectadas con la centralita del coche, por lo que no resultará difícil encontrarla. 

¿Cómo se accede a toda la información?


Cuando se produce un accidente, se echa mano de la caja negra para conocer con mayor precisión lo sucedido. Hay que comentar que no sirve para determinar quién es el responsable, pues la información recopilada es anónima. En ningún caso se registran datos personales. 

Para que el perito pueda ver e interpretar los datos registrados por la caja negra, primero se debe acceder a esta con un ordenador a través del puerto OBD (On Board Diagnosis). Esta tecnología, se empezó a desarrollar a finales de los años ochenta y la incorporan todos los coches. 

El acceso a esta información estará restringido, sólo podrán hacerlo las autoridades nacionales. Una vez se haya descargado, se podrá analizar para esclarecer las causas del accidente. 

¿Está mi privacidad en juego?


Parece que no, pero puede que sí. Como se ha mencionado antes, el acceso a estos datos está restringido. Recordemos que, en ningún caso se registran datos personales. 

Lo que si se registra, por ejemplo, es el tipo, variante y versión del vehículo. Sin embargo, no se permite grabar los cuatro últimos dígitos de la identificación, ni cualquier otra información que identifique un vehículo específico. 

Además, todos estos datos recopilados no podrán ser usados por las compañías aseguradoras ni tampoco con la finalidad de imponer multas. Entonces…¿Dónde está el peligro?

Nos vamos hasta Alemania, en concreto a la ciudad de Colonia, en un caso en el que la justicia permitió a la aseguradora acceder a los datos de la caja negra. Lo hizo basándose en que los asegurados tienen la obligación de aportar toda la información posible para aclarar las causas de un siniestro. En este caso, se cruzan las diferentes leyes y reglamentos. En España, por ejemplo, la Ley de Contrato de Seguro establece, en su artículo 16, que:

“El tomador del seguro o el asegurado deberá, además, dar al asegurador toda clase de informaciones sobre las circunstancias y consecuencias del siniestro. En caso de violación de este deber, la pérdida del derecho a la indemnización sólo se producirá en el supuesto de que hubiese concurrido dolo o culpa grave”.

La regulación detrás de las cajas negras


Las cajas negras de los coches, forman parte de las medidas preventivas y los ADAS, que nacen en el plan Visión Cero. Se trata de una iniciativa global de seguridad vial que busca reducir a cero el número de muertes y lesiones graves en el tráfico.

Este plan parte de la base de que los accidentes más graves son evitables y se deben tratar como una responsabilidad compartida no sólo entre los conductores, sino también entre las instituciones responsables de la infraestructura, autoridades de transporte y la sociedad en su conjunto.

En el Parlamento Europeo se ha realizado un estudio que ha establecido que se podrían llegar a evitar hasta 25.000 muertes y 140.000 heridos en los próximos 18 años con implementaciones como las cajas negras de los coches, los diferentes sistemas ADAS y la implementación de medidas tipo Visión Cero.

Los ADAS. Mucho más conocidos de lo que crees


Entre todos los sistemas de seguridad o ADAS que equipan un vehículo de los que hemos hablado en este blog, también se encuentra la caja negra. Lo cierto es que, al mismo tiempo que entró en vigor el reglamento 2019/2144 del 27 de noviembre del Parlamento Europeo, también se han añadido otra serie de ADAS, como los siguientes:

Aunque se trata de sistemas de ayuda a la conducción, no están exentos de polémica debido a su intromisión a la hora de conducir. En algunas ocasiones pueden llegar a tomar el control del vehículo para actuar ante una amenaza de colisión, por ejemplo.

Hasta aquí llega nuestro post de hoy. Si te interesa conducir un vehículo con caja negra, recuerda que todos los coches de Soluty son nuevos. ¡Nos vemos en el siguiente post!