Uno de los momentos más determinantes de la vida útil de un coche se da cuando alcanza los 100.000 km recorridos. Cuando esto ocurre, que salvo casos peculiares es tras algunos años desde la matriculación del vehículo, el valor del coche pega una caída y la pregunta que se hace siempre es la siguiente:

¿Le han cambiado ya la correa de distribución?

Este antes y un después, sobre todo en la parte del antes, genera un gran número de dudas entre los conductores, principalmente las que se refieren a cada cuánto se cambia la correa de distribución, que es el tema de que nos ocuparemos hoy.

Para qué sirve la correa de distribución

Como siempre, empezamos por el principio. ¿Qué es la correa de distribución? Bien, no todos los coches llevan correa de distribución, pero sí casi todos. Generalmente, la correa de distribución está fabricada en goma, y se encarga de la transmisión de la energía mecánica entre el cigüeñal del motor con los árboles de levas.

La correa de distribución es uno de los métodos más empleados para realizar la transmisión de energía entre piñones. Es ampliamente utilizada en motores de todo tipo. En concreto, los motores diésel que la portan, su función es la de sincronizar los 4 tiempos del motor, es decir, la apertura y cierre de las válvulas de admisión y escape, el encendido del motor y la sincronización de los inyectores. Es decir, se encarga del funcionamiento acompasado de todos los elementos del motor.

Toma nota: en el caso de los motores diésel de bomba rotativa, la correa de distribución se veía sometida a una gran cantidad de trabajo hasta el desarrollo de la tecnología common-rail.

Ya te puedes ir haciendo una idea de que saber cada cuánto tiempo se cambia la correa de distribución tiene una gran importancia. Seguimos.



Tipos de correa de distribución

Si bien el funcionamiento básico es el mismo, la distribución de la correa de distribución puede ser distinta según el modelo de coche. Hay los siguientes tipos:

  • Correa de distribución por engranaje: este tipo de correa es cada vez menos común, pero tuvo una gran popularidad en motocicletas. Como tal, se aplica a motores endotérmicos de cuatro tiempos u ocho ciclos. Consiste en una serie de engranajes que conectan, mediante los engranajes conductor e inactivos, el cigüeñal con el árbol de levas. Se trata de un sistema muy fiable y que apenas requiere mantenimiento, pero costoso, que todavía se utiliza en motores de alto rendimiento y coches de F1.
  • Correa de distribución por cadena: este sistema aumenta con mucho la vida útil de la correa de distribución, no recomendando su cambio hasta los 250.000 km, como contra, es mucho más ruidosa que la correa de goma
  • Correa de distribución por correa dentada: es el sistema más común, menos ruidoso pero que requiere de mantenimiento y que conviene tener más vigilado para evitar averías graves en caso de rotura
  • Correa de distribución bañada en aceite: este tipo de correa se localiza en el interior del motor, donde se sella con una tapa hermética. Su lubricación depende del aceite del propio sistema de combustión, y sus materiales permiten que resista temperaturas elevadas. Su vida útil duplica la vida útil estimada de las correas dentadas y se sitúa alrededor de los 200.000 km. Ahora bien, su sustitución es mucho más compleja. 


¿Cómo saber cuándo hay que cambiar la correa de distribución?


Hay muchos factores que contribuyen a acortar la vida útil de nuestra correa de distribución, cuya reparación suele incluir una serie de componentes adicionales a la propia correa, como son tensores, poleas, sellos, bomba de agua refrigerante, etc., que conforman el cuerpo completo de la correa de distribución.

Tenemos que tener en cuenta que tanto la forma de conducir, más o menos agresiva, y las vías que solemos frecuentar (no es lo mismo un recorrido habitual por autopista o autovía que por el centro de la ciudad) influyen notablemente en el desgaste de nuestra correa.

Semáforos, señales de STOP, rotondas, fuertes contrastes frío-calor, etc., son factores que afectan a la vida útil de la correa de distribución. En entornos urbanos, por ejemplo, la correa suele deteriorarse mucho antes, recomendándose su cambio sobre los 80.000 km, es decir, un 20-25% menos de lo esperado si realizas el recorrido por vías fuera de ciudad.

Del mismo modo, según sea el clima de la zona donde realizas los desplazamientos, la vida de la correa también se podría ver afectada. Según sea un clima más frío o más caluroso (siempre hablando de condiciones alejadas de las temperaturas suaves y medias), la correa también se verá perjudicada.


¿Cada cuántos kilómetros se cambia la cadena de distribución?


Ahora que conocemos los diferentes tipos de correas y los factores que afectan a su vida útil sólo nos queda averiguar cada cuánto se cambia la correa de distribución. Bien, no hay una respuesta única e inamovible, ya que se han visto casos de todo tipo, desde correas rotas con menos de 80.000 km hasta correas de goma dentada superando los 200.000 km.

La mayor parte de talleres especializados recomiendan hacer el cambio de correa de distribución (de goma dentada), alrededor de los 100.000 km o cada 6-8 años por el desgaste natural de la pieza aunque el coche esté parado.
Ahora bien, como siempre, recomendamos guiarse por la recomendación del fabricante y los factores atenuantes que vimos en el apartado anterior.

¿Qué pasa si no se cambia la correa de distribución? Spoiler: mejor que no ocurra


La correa de distribución es el engranaje que hace funcionar de forma sincronizada un gran número de elementos muy importantes del motor de un coche, de forma que, si se rompe, tendremos un gran problema.

Para empezar, los pistones y las válvulas perderán su sincronización y, en el caso de que se suelte uno de los pistones (algo muy común en la rotura de una correa) e impacte contra las válvulas, podrá causar un gran daño que afecte incluso a la culata.
Esto ocurre con la gran mayoría de coches actuales, cuyo motor es de interferencia, esto es, por razones de espacio y por la configuración del sistema de inyección, el pistón se encuentra en la cámara de combustión junto a las válvulas.

Por otra parte, si tu motor fuera de no interferencia, lo que indica que se trata de un modelo antiguo podrías correr mejor suerte, ya que el pistón se encuentra separado de las válvulas y no las llegaría a golpear. En este caso, la reparación pasaría por, únicamente, sustituir la correa dañada y volver a arrancar.

Además, la reparación de una correa de distribución rota es algo terriblemente complicado y, por ende, caro. De forma que, si has comprado un coche recientemente y no estás segur@ de que se haya cambiado o no su correa de distribución, nuestro consejo es que se la cambies cuanto antes y te asegures de que no te va a dar problemas. Esto no te pasará si contratas un coche de renting por cierto, porque serán coches nuevos con mantenimiento y seguro incluidos.


Algo está fallando con tu correa de distribución si...


Antes de que llegue el terrible momento de la rotura, podemos notar una serie de síntomas que nos avisan de que algo está fallando en la correa de distribución y que va siendo hora de cambiarla. Son los siguientes: